Guatemala tiene muchos problemas, pero uno que pasa desapercibido para la mayoría de la población urbana, y en especial la ciudad de Guatemala es el terrible problema de la desnutrición infantil crónica.
Un niño de 0 a 5 años que sufre de este mal, ya no podrá recuperarse nunca. Su cerebro no se desarrollará y no podremos tener un ciudadano educado, sano y competitivo. Hoy existen en Guatemala un millón ciento sesenta y cinco mil niños en esa condición. Como es público, una de nuestras propuestas partidarias ha sido la lucha contra la desnutrición a través de un producto llamado la Supertortilla. En mi mente no puede haber una razón justificable para atrasar la implementación de esta propuesta.
La segunda propuesta que considero fundamental es la del Plan de Desarrollo Rural. Una iniciativa que podrá comenzar a aliviar la situación de pobreza extrema que atraviesan dos millones de guatemaltecos. Es imprescindible y urgente comenzar el tránsito de la economía de subsistencia (y el nuevo concepto de economía de infra-subsistencia) hacia el de economía de excedencia. Lograr que nuestros agricultores puedan optimizar la tierra privilegiada que tiene Guatemala. Recordemos que producimos de promedio 23 quintales de maíz, cuando otros países que no tienen los recursos que tiene Guatemala, producen 150 quintales por hectárea. El extensionismo agrícola es un asunto de justicia.